En Aurora Boreal se expone la durabilidad de las cosas. Se reflexiona sobre la durabilidad de una obra escénica. Puede cambiar con el tiempo? Necesita cambiar, o quedar congelada?
La fugacidad de las cosas como una exigencia social ya constituída aparentemente aprobada por la sociedad, hacia dónde vamos? Qué queremos? Qué creamos?
Aurora Boreal parte de este concepto del ser expuesto ante una sociedad de consumo fugaz, donde la atención humana cada vez es más escasa. Como la danza que realiza la luz en las geografías nórdicas, esas luminosidades fugaces aparentes, que solo acontecen
en una época determinada del año, se cultiva la paciencia, y es tan rápida que nos deja una sensación de serenidad fugaz: lo efímero es lo cambiante, donde el objeto es muy importante en relación con el cuerpo a modo paralelismo o interacción.
La maquinaria del deseo.
La intimidad del movimiento.

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